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Tifón: Ruptura de ligamento cruzado craneal bilateral

Foto del escritor: Medico Veterinario Fernando BeccariaMedico Veterinario Fernando Beccaria

Las lesiones del ligamento cruzado craneal (LCCr) son una de las causas más comunes de claudicación en perros, provocando dolor, inestabilidad, degeneración articular y frecuentemente lesiones meniscales secundarias. La ruptura del LCCr puede producirse en cualquier perro, raza y a cualquier edad, pero generalmente afecta a perros de gran tamaño. La etiología de la ruptura del LCCr aún no se comprende completamente, se piensa que es un proceso multifactorial, en donde factores ambientales, la conformación ósea del miembro, raza, peso corporal y sexo pueden tener un rol importante en el desencadenamiento de la enfermedad.


Como el desarrollo de este problema en los perros es mucho más complejo que en los seres humanos, y los primeros experimentan distintos grados de rotura (parcial o completa), el trastorno canino recibe el nombre de "enfermedad del ligamento cruzado craneal" (ELCC).


La ELCC es consecuencia de una combinación de muchos factores, incluidos el envejecimiento del ligamento (degeneración), la obesidad, una mala condición física, la genética, la estructura (forma y configuración esquelética) y la raza. La rotura del ligamento por ELCC es el resultado de una degeneración lenta y sutil que se ha producido por algunos meses o incluso años, y no es consecuencia de un traumatismo agudo (repentino) sobre un ligamento que, de lo contrario, estaría sano (esto es muy poco frecuente).

Esta diferencia entre las personas y los perros explica dos características importantes de la ELCC canina:

El 40-60 % de los perros que tienen ELCC en una rodilla también desarrollarán, en algún momento futuro, un problema similar en la otra rodilla.
La rotura parcial del LCC es común en los perros y progresa hasta convertirse en una rotura total con el paso del tiempo.

El tratamiento de elección es el quirúrgico, porque es la única manera de controlar la inestabilidad y el dolor de la rodilla. Hay muchas técnicas que se utilizan de acuerdo a cada caso clínico.


En el caso de TIFÓN llegó a mi consulta por una claudicación repentina y esporádica del miembro posterior derecho, con dolor agudo. Se realizó una revisión clínica bajo sedación donde manifestó luxación de rodilla mediante la técnica o prueba de cajón y también de compresión tibial. Además aprovechamos para hacer radiografías donde también hubo signos compatibles a la ruptura del ligamento cruzado craneal.

El paciente fue operado con éxito mediante una técnica extracapsular. Al cabo de unos 15 días Tifón comenzó apoyar su pierna y al cabo de 1 mes presentó una actividad totalmente normal con un apoyo completo del miembro posterior.



Por desgracia 6 meses después volvió a mi consulta con la misma signología, pero en el miembro contralateral izquierdo. Por ende seguimos el mismo protocolo y la misma cirugía, mostrando una recuperación mucho más rápida que la anterior.


A continuación compartimos un video de su rehabilitación:


Muchas gracias por llegar hasta aquí.

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